Calles Bonaerenses

Calles Bonaerenses
La ignorancia es la madre de todos los males. En ciertos casos es bueno que el ignorante reconozca que los es, porque abre asi las puertas al aprendizaje. Lo peor es ignorar y creer que se sabe. Esta es la historia de los hombres que pasaron por una institucion tan prestigiosa como lo fue, lo es y lo seguira siendo a travez de los tiempos. Trabajar de policia no consiste en matar gente. Si no, evitar que maten gente. Muchos menos, inocentes que han sido capturados por asaltantes. Pero tampoco asesinar a delincuentes indefensos. Por lo tanto, si le dan una orden delictiva, sensillamente no la cumple. Tiene el supremo deber de no cumplirla. Y hacer lo posible - y hasta lo imposible- para que otro tampoco la lleve a cabo. Porque es libre y, antes que ser policia es un ciudadano. Y porque la historia esta manchada y asqueada de horrores de sangre inocentes por obras de aquellos que solo cumplieron órdenes. La historia que ustedes leeran, sera parte de la vida de los hombres que transitan por esta institucion. Se podra apreciar en el relato, de que manera se puede capacitar a un hombre, para llegar a ser un buen policia. Muchos muy buenos policias integran la reparticion, unos pocos fueron los que la ensuciaron. Pero muchos mas son los hombres de azul que quieren el bien para su comunidad. Finalmente encontraran en sus paginas, a hombres que dedicaron todas su vida a la Institucion, porque lo sentian en el alma por vocacion. Porque este es el verdadero sentimiento del buen policia, "La vocacion"

lunes, 6 de junio de 2011

Yo seguire siendo "UN DETECTIVE DE LA BONAERENSE" Yo soy “UN DETECTIVE de la BONAERENSE”, NO SOY PERFECTO SEGURAMENTE, LO SIENTO. Todos los humanos cometemos errores, yo he pagado por cada uno de ellos. De tanto caminar por las calles bonaerenses, he visto más de lo que tú nunca verás, más de lo que nadie debería ver nunca. He secuestrado armas de fuego, drogas, cuchillos y navajas, tumberas, bates y un sin fin de artilugios semejantes que podían haber resultado mortales para alguno de tus seres queridos o incluso para mi mismo, pero nunca lo sabrás porque estuve allí para evitarlo. He visto borrachos, drogados y conductores temerarios de todas las edades que hubieran sido peligrosos para cualquiera en las calles si yo no hubiera estado ahí para impedírselo otra seria la historia. En muchas ocasiones he puesto mi vida en riesgo con el tráfico de droga, y de los que también, casi nunca reduce la velocidad, y mucho menos se para a ofrecerte ayuda. He recogido cuerpos destrozados en las carreteras pero también te he ayudado a cambiar la rueda pinchada de tu coche. He estado en más peleas de las que puedo contar y en más catástrofes de accidentes de las que hubiera deseado conocer. Las llamas de un incendio han quemado mi piel y la sangre de una víctima, incluso de un compañero, han manchado mi uniforme demasiadas veces. He visto morir en mis brazos algún bebé otras veces delincuentes y también compañeros rompiéndose mi alma de impotencia. .He visto casi cada tipo de muerte que pueda existir y más de las que puedas imaginar. Debido a mis servicios, casi he muerto en varias ocasiones por las balas de delincuentes que no quisieron rendirse y he perdido amigos y colegas. He caminado ese largo paseo hasta la puerta para decirle a una madre, padre, esposa, hijo o familiar que su ser amado nunca volverá a casa. He aguantado la agonía verbal e incluso las amenazas de esa pobre gente que no puede aguantar su dolor y lo proyecta contra la primera persona que puede, el mensajero de la noticia. He visto el maltrato y la violencia entre personas que un día se prometieron amor, entre padres e hijos, entre hermanos y entre amigos. He visto los resultados de la droga y de la violencia en los mismos ojos de la muerte. He visto los actos más crueles y mezquinos del ser humano. He visto la enfermedad y la vejez, he ayudado a levantarse al caído y he socorrido al enfermo. He escuchado a ciudadanos y comerciantes que con derecho se quejan sobre la inseguridad ante tantos delincuentes sueltos. He escuchado los problemas familiares y del vecindario sufridos durante años, ahora espera que los policías lo solucionen en minutos. Si fallo en mi trabajo, o aún sin fallar, puedo ser fácilmente denunciado ante una justicia que no me ampara, poniendo en riesgo mi trabajo, mi familia y mi propia libertad. Puedo incluso perder mi vida, por una mala situación que puede requerir una decisión en pocos segundos que a un Juez le llevara años en tomar una decisión. He acudido a llamadas de “disparos, robos, violaciones, homicidios” y cualquier posible crimen que puedas nombrar o imaginar. He visto los ojos petrificado y vidrioso de un padre cuando la droga se ha llevado a su hijo. He visto crímenes con los que nunca soñarías y nunca verás en series ni películas de televisión. Como un compañero una vez me dijo: “Los policías viven los veinte peores minutos de las vidas de otros”. Puede que le haya pedido la documentación alguna vez a algunas personas que caminaban por las calles, mientras le indicaba que sacara las manos de los bolsillos. O haberlo sacado de su coche en plena noche mientras le indicaba que mantuviera las manos a la vista. Incluso haberle pedido que extendiera los brazos y haberle cacheado, todo ello sin motivo aparentemente despiadado para usted. Pero usted no ha sido apuñalado en un descuido por no cachear a un ciudadano aparentemente normal por no tomar medidas de seguridad, tampoco ha ido a visitar a un compañero que se ha quedado invalido al ser atropellado por un conductor que se dio a la fuga simplemente porque estaba ebrio. He sido insultado y menospreciado por ciudadanos simplemente por no aparecer en menos de 30 segundos cuando me han necesitado, a pesar de no haber podido acudir antes por estar estar socorriendo a otra persona que acababa de intentar suicidarse. He escuchado a amigos, vecinos y familiares cuando dicen “la Policía no hace nada” como “se quedaron con la droga” como “maltratamos y torturamos a los detenidos” o como “llegamos tarde a propósito”…He visto a mi esposa escatimar el pan, la comida y arañar los pocos pesos intentando sacar adelante a mis hijos con el sueldo de un policía. He visto a mis chicos aguantarse cuando se dieron cuenta de que no podía ir a sus actos escolares porque “Papá no tiene un horario normal”.He visto también a mis chicos llevar una carga que no deberían haber llevado, cuando uno de sus compañeros o amigos ha dicho que “Todos los policías son unos h… de p… y deberían estar muertos” He trabajado noches enteras, fines de semana y vacaciones, noche vieja, noches nuevas, navidad, cumpleaños, mientras tu estabas cómodo y seguro en tu casa con tu familia. Mi familia completa caminó sin mí demasiado tiempo… demasiado tiempo…He visto las caras de niños que estaban perdidos y que mis colegas y yo tuvimos el privilegio de devolverles a los brazos de su desesperada madre. He visto venir una niña al mundo traída con mis manos. He visto heridas con hemorragias que he sido capaz de parar, He visto rostros pálidos y amarillentos por el miedo, a los que he sido capaz de dar una segunda oportunidad para volver a empezar, he visto a los autores de los crímenes de mis camaradas y he sido capas de protegerlos para que otro no los maten. Tengo grabadas en mi mente las caras de las personas cuyas vidas mis compañeros y yo salvamos y de los que no pudimos salvar Sí, tengo historias de éxito… y de fracasos. Tengo noches en las que no puedo dormir, simplemente porque veo las caras de los que no pude ayudar, porque no llegue a tiempo o simplemente porque pienso en un “y sí hubiera hecho tal…” para cada caso en que fracasé. Y si usted nunca ve una milésima parte de esto, es porque la Policía ha hecho su trabajo…Si cometo el más mínimo fallo lo pagaré dos veces y aún así me pondré mi uniforme, mi arma y mi placa y saldré de nuevo. Porque ”YO SOY UN DETECTIVE DE LA BONAERENSE"